vaya tostón. porque soy como soy y empecé a leerlo por "el ocho" y ya me autocastigué con que tenía que acabármelo. vaya peñazo. vaya fantasía desbordada la de la autora... como ay describí en una entrada de mi blog, lo comparo con la peli de misión imposible en la que pelean cone spadas montados en motos de carreras o saltan de un tren de alta velocidad a toda pastilla a un helicóptero (¿o es al revés?) dentro de un túnel... acciones inverosímiles. nada, que ala autora le han dado delirios de grandeza y se le ha ido la pinza.
además, hay un fallo como es el de hablar de la profundidad en las miradas de un cuadro babilónico, es decir, de una época en la que aún no se dominaba ninguna técnica para dar profundidad a los ojos de los personajes de un cuadro (ni siquiera los egipcios, algunos miles de años después, lo habían conseguido; y los bizantinos o románicos, otros miles después, empezaron a pintar figuras de frente...)
es hastiante la forma de referirse a los ojos de la gente, siempre son profundos, insondables, eternos, infinitos... y, por supuesto, nadie tiene los ojos marrón claro. o son naranjas o azules o verdes o grises o bicolores.
el colmo es que, la editorial, no ha sabido diferenciar entre "solo" y "sólo". no han colocado ni una tilde en todo el libro a la palabra SOLO cuando, muchas veces, si no la mayoría, debería llevarla. he escrito a la editorial pero se han pasado mi crítica por el forro, así que recomiendo no comprar libros de la editorial plaza y janés.
recomendable no perder el tiempo en leerlo. quedaos con el ocho y punto.
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